PARTE V
FLORENCIO MOLINA CAMPOS
En
el seno de una familia tradicional, Florencio Molina Campos nace en
la Capital Federal el 21 de agosto de 1891. Estudia en los colegios
Lasalle, del Salvador y Nacional de Buenos Aires, pero los aprendizajes
que marcarán su vida los hará durante sus vacaciones,
cuando pasa largas temporadas en la estancia paterna de "Los Angeles"
en los pagos del Tuyú (hoy General Madariaga).
Allí
conoce profundamente a los hombres del campo y se familiariza con los
paisajes pampeanos que llevará infinitas veces a sus cuadros.
Según su propio testimonio "por el 1900, lluvias torrenciales
inundaron los campos. Ese invierno quedamos rodeados por las aguas.
Las jornadas interminables nos retenían encerrados. Nuestros
padres alternaban sus quehaceres dándonos lecciones preparatorias
para nuestro futuro escolar. De nuestras distracciones y el cúmulo
de escenas del trabajo diario de los peones, saqué el impulso
incipiente que trasladé a nuestros juegos, al imitar su lenguaje,
sus ademanes, su indumentaria y la inacabable variación de sus
faenas." "El ciclo escolar transcurría en internados
en Buenos Aires y las vacaciones en la estancia, donde nos esperaba
el ansiado premio de los 'petisos'. De tarde en tarde tal vez borroneé
algún dibujo y tracé las pretensiones de algún
cuento, siempre con cierta inclinación humorística. Los
estudios y luego el trabajo no me permitieron avanzar. Tuve que sufrir alguna pena honda, ya hombre,
para encontrar en la ejercitación de aquellas intentonas, una especie de
refugio espiritual. Corriendo el tiempo, ya fue el afán incansable de todos los
días". Con la muerte de su padre en 1907, Florencio Molina Campos comienza
a sentir nostalgias por el mundo perdido y vuelca en cartones las escenas
camperas que recordaba vivamente. Algunas desavenencias personales y el fracaso
económico que le deparó la actividad agropecuaria lo empujan definitivamente al
dibujo.
ALGUMAS OBRAS