Patrimonio del Mercosur
La payada, el arte de improvisar versos con la
guitarra típico de los espectáculos gauchescos, así como las misiones de
los jesuitas construyeron en la región, fueron declaradas Patrimonio
Cultural del Mercosur en una ceremonia en Asunción.
La payada
fue elegida teniendo en cuenta que se trata de un tipo de improvisación
musical en verso, generalmente acompañado por la música de una guitarra,
que está muy arraigado en el folclore del Cono Sur de América, informó
la Secretaría Nacional de Cultura de Paraguay.
Este
canto se popularizó en la cultura de los gauchos como forma de
presentación de los competidores en exhibiciones de doma de potros u
otro tipo de concursos.
Tanto Uruguay como Argentina y el estado brasileño de Rio Grande do Sul dedican un día al año a homenajear la payada, en honor al nacimiento de sus payadores más célebres.
Además
de la payada, las misiones jesuíticas, los templos y poblaciones que
los religiosos de esta orden fundaron en los siglos XVI y XVII para
evangelizar a los indígenas en zonas de Argentina, Bolivia, Brasil,
Uruguay y Paraguay también pasaron a formar parte del Patrimonio
Cultural del Mercosur.
"El
sistema de las Misiones Jesuíticas forma parte de una herencia común
entre cinco países componentes del Mercosur" y posee "valores
etnográficos, históricos, paisajísticos, urbanísticos, arquitectónicos,
artísticos y arqueológicos", explicó la página web del Mercosur.
El
primer bien declarado como Patrimonio Cultural del Mercosur en 2013 fue
el puente internacional del Barón de Mauá, que une la ciudad brasileña
de Yaguarón, en el estado de Rio Grande do Sul, con Río Branco.
EFE