Ya había perdido la cuenta
de los años que tenía,
pa quienes lo conocían
había bandeao los noventa;
barba entera amarillenta
por el humo del fogón,
melena blanca, flacón
pero altiva su figura
parecía una escultura
¡reliquia de tradición!
de los años que tenía,
pa quienes lo conocían
había bandeao los noventa;
barba entera amarillenta
por el humo del fogón,
melena blanca, flacón
pero altiva su figura
parecía una escultura
¡reliquia de tradición!